martes, 26 de julio de 2011

Capítulo 12

La semana pasó volando. Iba a clase, quedaba con Anne, jugaba con mi hermano y tocaba la guitarra. El martes hablé con Dougie y me dijo que me aprendiera una de sus canciones: Star girl. No me dijo el motivo, solo que tenía que saberme los acordes y la letra. Me pasé todas las tardes practicando, quería que me saliera perfecta.

Llegó el sábado y me desperté sin sentirme más vieja ni nada por el estilo. Bueno sí, me sentía muy feliz, y para mí, eso bastaba. Me puse un vestido y unas sandalias y me recogí el pelo en una trenza. Quería estar guapa por mi cumpleaños. Cogí las cosas y bajé al salón para esperar a mi tío. Estaba un poco nerviosa, Doug me había dicho que me aprendiera aquella canción, pero no me dijo el motivo, y desde que hablamos no paraba de pensar en ello. Oí una bocina y salí de casa. Ahí estaba él, con una gran sonrisa. Entré en el coche y nos fuimos.

- ¡Felicidades pequeña!

- ¡Oh! Pensaba que no te acordarías. – bromeé y los dos reímos.

- ¡Claro que me he acordado! Soy viejo, pero aún me acuerdo de las cosas importantes. ¿Qué tal tu día? ¿Has dormido bien? ¿Te sientes más vieja?

- He dormido muy bien y no, no me siento más mayor.

- Eso está bien. Ser viejo no mola nada. Disfruta de la juventud tú que puedes.

- ¡Tampoco eras tan viejo! – reí y él me miró divertido.

Llegamos a la casa de la abuela y entramos juntos. Ese día noté algo raro, parecía diferente. Miré por todas partes pero no vi nada. Pero en ese momento oí una carcajada muy sonora. Miré extrañada a Doug y él me sonrió.

- Tengo un regalo muy especial para ti. Ven, sígueme.

Andamos por toda la casa hasta una habitación con la puerta entornada. Doug la abrió y dejó que yo pasara. Entré despacio y me quedé muda. A la izquierda estaba mi abuela, sentada en una butaca, muy sonriente. Y cuando miré a la derecha vi a dos hombres que no reconocí. Doug carraspeó y ellos dejaron de reírse. Se volvieron y me miraron.

- ¡Hola Sam! ¡Felicidades! ¡Cuánto has crecido! – dijo uno de los hombres.

- ¡Felicidades! – dijo el otro con una gran sonrisa.

- Gracias – no supe qué más decir.

- Sam, ellos son Danny y Harry. – y me saludaron con la mano al oír sus nombres.

- Increíble – dije muy sorprendida. Y todos los de la habitación se empezaron a reír.

- Veo que ya nos conoces. – dijo Harry.

- Bueno, Doug me enseñó videos vuestros. Pero no os he reconocido. – y me sonrojé.

- Tranquila, es normal. ¡Somos unos vejestorios! – dijo Danny riéndose de una manera un poco peculiar.

- Bueno Sam. ¿Quieres tu sorpresa o no? – dijo Doug acercándose a mí.

- Sí, claro. – dije un poco nerviosa.

- Siéntate al lado de tu abuela y disfruta.

Me acerqué donde estaba mi abuela y le di un beso. Me senté en la otra butaca y esperé. Danny y Dougie salieron de la habitación. Harry se apartó un poco y se apoyó en una pared. Estaba muy mayor, pero tenía algo especial en la mirada. Unos minutos después entraron mi tío y Danny, y para mi sorpresa llevaban dos instrumentos. Danny llevaba una guitarra un poco vieja y Dougie llevaba un bajo. ¿Qué estaba pasando ahí? Los dos me sonrieron y se sentaron en unas sillas que había delante de mí. Afinaron sus respectivos instrumentos y se miraron. Iban a tocar para mí, ese era mi regalo. Cuando lo entendí todo, miré a mi tío y le dediqué una gran sonrisa. Él me miró y me la devolvió. Entonces Danny habló.

- Señores y señorita, - dijo mirándome - bienvenidos al concierto privado de Mcfly dedicado especialmente para ti Sam. Muchas felicidades y espero que te guste.

Y al terminar de hablar empezó a tocar la guitarra. Le había visto hacer lo mismo en varios videos, pero verlo en directo era impresionante. Su voz apenas había cambiado, se le notaban los años, pero seguía siendo una voz muy potente. Reconocí la canción, era Lies. Cuando acabaron tocaron: Five colours in her hair, Friday night, Transylvania y Smile. Después de esta última se quedaron callados. Parecía que habían terminado. Había sido perfecto, el mejor regalo de cumpleaños que podía tener. Pero la cosa no acabó ahí. Dougie se levantó, se dirigió a mí y me tendió la mano.

- Qué te parece si nos ayudas con la siguiente canción.

- ¿Yo? ¿Ayudaros? ¡Pero si yo no sé tocar!

- Seguro que ésta la sabes tocar perfectamente. Anda, ven. Siéntate al lado de Danny.

Me senté donde me dijo y él se sentó a mi otro lado. Estaba entre dos artistas y me habían pedido que les ayudara yo, una chica que solo se sabía un par de canciones. Miré a Danny y esté me susurró en el oído: “Star girl”. Era la canción que me había dicho Dougie que me aprendiera. Nos miramos y sonreímos. Afiné un poco mi guitarra y empezamos a tocarla, sonaba maravilloso. Estaba un poco nerviosa, pero mi tío no paraba de mirarme y de darme fuerzas. Cuando terminamos, Harry y la abuela no paraban de aplaudirnos. Había sido increíble, perfecto. Ya tenía ganas de repetirlo. Me levanté y abracé a Doug. Quería agradecérselo.

- Espera Sam. ¡Aún hay más sorpresas! – dijo mientras se levantaba de la silla y salía de la habitación. – ¡Harry! ¡Tápale los ojos! – y él obedeció.

- ¡Eh! ¿Qué está pasando aquí?

- Lo siento Sam. Son órdenes de tu tío. – y me tapó los ojos con sus ancianas manos.

Esperé unos segundos y oí que Dougie entraba. ¡Por fin! Noté que se acercaba a mí. Unas manos me estiraron los brazos, como para coger algo. Y, entonces, sentí que algo caía despacio entre mis manos. Era un objeto un poco pesado. Harry me destapó los ojos y miré el objeto. Era una guitarra.

- ¿Y esto? – pregunté un poco confusa.

- Ese regalo es mío. – dijo mi abuela desde la butaca.

Me giré y vi que tenía los ojos llorosos. Le pasé la guitarra a Doug y me acerqué a ella. Nos abrazamos y le di muchos besos. Oí alguna risa detrás de mí y paré. Me aparté un poco y le di las gracias a mi abuela.

- Espera cariño, aún no te he explicado la razón de ese regalo.

- ¿No es porque quieres que siga tocando la guitarra?

- Bueno sí. Pero hay algo más. Esa guitarra era de tu abuelo. Y ahora quiero que la tengas tú.

- ¿Qué? ¿Es la guitarra del abuelo? ¿Enserio? – y me levanté para cogerla entre mis manos. Segundos antes me había parecido preciosa, pero ahora tenía un significado especial. Era de mi abuelo.

- Estaba en un cuarto muerta de asco. Así que le dije a tu tío que la sacara, le quitara el polvo y la arreglara un poco. Y ahora es tuya. ¿Me prometes que la cuidarás y que no pararás de tocarla?

- ¡Te lo prometo! ¡Gracias, muchas gracias! Es el mejor regalo que me podías hacer. ¡Gracias! – y volví a darle un beso.

- De nada cielo.

- ¡Tócanos algo! – dijo Danny.

- A ver… Qué os puedo tocar – dije pensativa.

- ¿No has aprendido ninguna canción estos días? – esta vez fue Dougie el que habló.

- A parte de Star girl, una canción más. También es vuestra. A ver si me acuerdo – y empecé a recordar sus acordes y la letra.

Me senté en una de las sillas y todos se pusieron delante de mí, para disfrutarlo mejor. Empecé a tocar los primeros acordes. Sí, sonaba bien la guitarra. Cerré los ojos para concentrarme y empecé la canción. Era una canción muy bonita, llena de sentimientos. Cuando conseguí tocarla por primera vez, lloré. En esos momentos significaba mucho para mí. Seguí tocando la guitarra sin abrir los ojos. Si lo hacía acabaría llorando. Terminé la canción y no oí nada, estaba todo en silencio. Decidí abrirlos y lo que vi me emocionó mucho. La abuela estaba limpiándose las lágrimas. Harry tenía la mirada perdida, pero podía ver que había tristeza en sus ojos. Danny miraba por la ventana, también tenía un par de lágrimas recorriéndole la cara. Y por fin miré a Doug. Tenía el rostro entre las manos. Parecía haber estado llorando durante toda la canción. Me levanté y dejé la guitarra apoyada en la pared.

- ¿No os ha gustado? – pregunté con un tono muy bajo.

- Sam. ¿Te acuerdas de la canción que pasé rápido el otro día? – dijo Dougie levantando la cara y mirándome fijamente.

- Sí, parecía que no la quisieras escuchar.

- No fue por eso. Esa canción es muy especial, tiene mucho significado. La escribió tu abuelo para nosotros. Y cada vez que la escucho me acuerdo de él y no puedo evitar llorar – se levantó despacio y me abrazó.

- Siento haber tocado justo esta canción.

- No pequeña. No estamos así por eso. Nos hemos emocionado porque cuando estabas cantando eras la viva imagen de tu abuelo. Ha sido algo muy bonito y emotivo. Los tres te damos las gracias por haberla tocado – y vi que Harry y Danny asentían.

- ¿Puedo preguntar una cosa?

- Claro. ¿Qué quieres saber?

- Cuando encontré esta canción ponía thnl. ¿Qué quiere decir?

- The heart never lies – dijo Doug dándome un beso en la frente.

1 comentario:

  1. GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS POR ESCRIBIR ESTE FIC, ES DEMASIADO PERFECTO EN SERIO, DESDE EL PRIMER CAPITULO HE ESTADO LLORANDO...ES QUE ME LO IMAGINO Y NO PUEDO EN SERIO, ES DEMASIADO BONITO ESTE FIC, EN SERIO.

    ESPERO QUE SUBAS RÁPIDO PORQUE ESTOY DESEANDO LEER EL SIGUIENTE CAPÍTULO, QUIERO SABER AL FINAL COMO ACABA Y COMO SE DESAROLLA LA HISTORIA...AUNQUE ME DA QUE EL FINAL DE GIO ME O SE..PERO BUENO POR LO MENOS QUE SEA FELIZ :D Y NO ENTIENDO PORQUE LA MADRE DE SAM NO LE CONTO COSAS DE TOM..ES PARA MATARLA EN SEIRO.
    ES QUE ME IMAGINO A TOM, DOUG Y DANNY DE VIEJECILLOS Y ME EMOCIONA EN SERIO, DESPUES DE TANTOS AÑOS Y DESPUES DE QUE TOM MORIERA SIGAN JUNTOS...ES QUE ES DEMASIADO PERFECTO EN SERIO.

    TE DEJO MI TWITTER PARA CUANDO SUBAS ME AVISES SI NO TE IMPORTA ¿ VALE? :D ES @Cute_Weird.

    ESPERO QUE SUBAS RAPIDO, UN BESAZO ENORME.

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